Wynn simbolizaba el gozo, la gloria. Odín practicaba su magia con
unas varitas de madera llamadas “varas de gloria”.
WYNN llega después del sacrificio, cuando el alma recibe el placer
y la gratificación como recompensa. Se siente la unidad con la hermandad a la
que se pertenece, y la persona se siente
inundada por una energía que llena su alma, y la vive con alegría, placer,
gloria y recompensa espiritual. Sin embargo, más allá de las palabras, puede
ser una alegría sencilla, alegría en las pequeñas cosas, en los. Hay alegría en
el amor, en una caricia, tenues detalles que ayudan a la realización emocional
y física, y a la liberación de los talentos artísticos y las habilidades
manuales. Es el arte mismo, en su expresión básica: el arte de saber vivir. Se
percibe la conexión con la Tierra y el
Cielo, el ser está armonizado y podrá emprender en el futuro metas más
importantes, porque aprendió a disfrutar de las pequeñas.
En el camino de la vida, WYNN representa la etapa entre los catorce
y los dieciséis años, cuando todavía se
es muy joven pero definitivamente ya no se es un niño, se comprende la
importancia de los pequeños detalles y lo valioso que significa tener una casa
y un hogar, y se vive con felicidad y alegría. Aprender bien todo lo que WYNN enseña en esta etapa, hará que la
persona sea siempre un ser satisfecho con las cosas que vaya logrando, sin
importar que sean pequeñas o grandes, y eso la alejará de la frustración
durante toda su vida.
Consejo: Es un buen momento para dirigirse hacia las metas
utilizando sus dones creativos pero, y nunca hay que olvidarlo, siempre hay que
hacerlo con placer, diversión y alegría. Para el éxito será importante cuánto
entusiasmo ponga en la tarea. Es posible disfrutar de la vida cotidiana, de la
armonía doméstica y del hogar como si se tratase de un reino, un reino pequeño
de placeres sencillos.
(Fragmento de Manual de Runas)
(Fragmento de Manual de Runas)