Wyn significaba gozo, gloria. Odín practicaba su magia con unas varillas llamadas “varas de gloria”.
Después del sacrificio, llegan el placer y la gratificación como recompensa. Se siente la unidad con la hermandad a la que se pertenece, los demás son mirados con alegría. Es una energía que llena el alma, y que provoca alegría, éxtasis, placer, gloria y recompensa espiritual a través de situaciones sencillas y cotidianas. Hay satisfacción en el amor, paz en el hogar, realización emocional y física. Se liberan las habilidades manuales, y se percibe la conexión entre la tierra y el cielo a través de lo pequeño, de simples logros. El ser está armonizado. El camino hacia las metas es claro y armónico.
Consejo: Diríjase hacia sus metas utilizando sus dones creativos y artísticos pero, lo que es más importante, hágalo con placer, diversión y alegría. Todo depende de cuánto entusiasmo ponga en ello.
Al Revés: Indica que existe una crisis, ausencia o imposibilidad de placer. Una desarmonía que lleva a la persona a dejarse llevar por un entusiasmo poco práctico y alejado de a realidad. Lo cotidiano se vuelve rutinario y sofocante, se siente tristeza en el hogar. Es el momento de pensar, analizar y equilibrar las pequeñas cosas y los grandes logros. Lo sencillo y cercano también puede generar placer y felicidad.
En magia, es utilizada para obtener la recompensa merecida lego del sacrificio espiritual. Puede ayudar a restablecer la alegría en el hogar. Confiere fuerzas al nombre mágico con que se ha llamado al iniciado luego del ritual.
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